Tipicas caretas de carton que comprabamos en los
kioskos, venian con su gomita para poder sujetarlas en las
orejas y que se acababan rompiendo al poco que te
quitaras la careta un par de veces. No deja de ser otro de
los articulos mas comunes en los kioskos de la epoca
Una de las cosas que más echo de menos de mi infancia son precisamente estas caretas. Costaban unas pocas pesetas y solo con ponértelas ya te mentalizabas y adoptabas instintivamente la forma de hablar y comportarte del personaje... ¡y los otros niños te seguían el juego! No me imagino a un crio yendo al colegio hoy en día con una careta. Se reirían todos de él, y el profesor el primero.
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